El Club de Cazadores San Huberto, en Benicarló, lleva desde hace años desarrollando una campaña de construcción de balsas. Periódicamente amplía sus puntos de agua artificiales con el objetivo de llegar a disponer de una red de almacenaje hídrico adecuada a las necesidades de suministro del coto.
Después de estudiar la ubicación sobre el terreno del acotado, en lugares donde no hay recursos naturales de agua y en los que se pueda aprovechar el agua de lluvia cuando esta haga presencia, construye dos balsas de hormigón cada año. Estas balsas tienen una capacidad de 10.000 litros aproximadamente y para su creación, primero se impermeabiliza el espacio destinado a depósito y, posteriormente, se pinta con cemento líquido, con la ayuda de una pala excavadora y el trabajo de los socios del Club. Se intenta siempre ubicarlas en zonas donde la orografía natural permite recoger agua de lluvia.
El fin que persigue es conseguir que la fauna cinegética tenga agua suficiente todo el año, con el suministro de cubas de agua cada vez que se revisa y hace falta. Durante los meses de verano, debido a la sequía que se viene padeciendo en los últimos años, es cuando más horas dedican los socios a rellenar las balsas.
Los socios del club revisan cada año las balsas por si necesitan reparaciones, debido por ejemplo a agrietamiento y cuidan de que las rampas estén en perfectas condiciones para que los animales puedan salir de las mismas por sus propios medios si por accidente caen en ellas al acceder a beber.
Además de las balsas de 10.000 litros, hay distribuidas por el coto otras más pequeñas de 200 litros y bebederos con depósito de 100 litros.