En cotos de caza donde no existen suficientes puntos naturales de agua, los clubes construyen sus propios bebederos o bien instalan depósitos de agua de adquisición comercial.
Estos se sitúan preferentemente cerca de comederos o de terrenos sembrados, evitando así los desplazamientos de los animales. En la medida de lo posible, se evita su ubicación en zonas con árboles frondosos que puedan albergar rapaces.