La veda general de caza ha concluido para prácticamente todas las modalidades. El entrenamiento de aves de cetrería cierra el calendario oficial el 29 de febrero, fecha a partir de la que se podrá practicar con señuelos artificiales. La caza de perdiz con reclamo también se practica este año hasta el último día de febrero. En términos generales la caza menor sigue siendo la más difundida, con diferencia, en la Comunidad pero destaca el creciente interés de los valencianos por la caza mayor ante la abundancia de especies como el jabalí y el arruí, debido entre otros a la proliferación de masa forestal y ante la ausencia de predadores.
La Orden anual de vedas limita los periodos, especies o modalidades de caza contempladas en los diferentes instrumentos de planificación cinegética, especialmente en las zonas comunes. En el caso de otros espacios cinegéticos, como los cotos deportivos y zonas de caza controlada, la actividad se regula de acuerdo a las resoluciones aprobatorias de los planes técnicos de ordenación cinegética, pudiendo adoptar medidas incluidas en esta orden que supongan una mayor protección de los recursos cinegéticos y faunísticos.
Las especies que marca la Generalitat Valenciana como susceptibles de aprovechamiento durante la temporada anual de caza son 36 de caza menor, de las cuales dieciséis son aves acuáticas, y siete especies de caza mayor. La caza con armas en las zonas comunes de la Comunidad Valenciana está limitada a un único periodo no superior a ocho semanas.
Desde el 12 de octubre y hasta el 6 de diciembre se ha practicado en las zonas comunes los sábados, domingos y festivos la caza menor en mano o al salto, la caza con escopeta en puestos fijos y la caza en ganchos para el jabalí y el zorro. La caza con perros sin armas, excepto los de presa, estaba permitido desde el 19 de julio hasta el día de Navidad, los jueves, sábados, domingos y festivos, y en el caso de los galgos, desde el inicio de la veda, el pasado 12 de octubre. La veda ha permanecido abierta también para la caza con arco los jueves, sábados, domingos y festivos hasta el 6 de diciembre. En este mes de febrero se ha terminado también el periodo de caza de aves acuáticas.
En la Comunidad Valenciana, la caza menor es la más practicada con diferencia. Sin embargo, dada la proliferación sobre todo de jabalíes, cada vez son más los valencianos que se animan a la caza mayor en sus jornadas cinegéticas. Raimon Vila, presidente del Club de Caza de la localidad valenciana de Vallada y experto en caza menor, afirma que “los cazadores prefieren la caza menor por gustos personales y por una mayor cantidad de las especies debido a las condiciones climatológicas y del terreno, que favorecen a estos animales”. Vila añade que en su club hay 100 asociados, de los cuales entre 10 y 12 practican caza mayor.
Por su parte, Francisco Garijo, presidente del Club de Caza y Tiro de Utiel, en Valencia, y gran conocedor de la caza mayor, explica que el jabalí es el rey de la caza mayor pero tenemos otras especies como el ciervo, el muflón, el corzo y, últimamente, el arruí. De los 330 socios que somos en el club, practicamos la caza mayor unos 40 pero hace diez años éramos sólo tres”.
Según fuentes pertenecientes a la Federacion de Caza de la Comunidad Valenciana, las modalidades más practicadas en Alicante son todas las relacionadas con la caza menor, destacando la perdiz con reclamo, que llega a arrastrar a miles de personas. En Castellón, es mayoritaria la caza de tordo, perdiz y jabalí, mientras que en la provincia de Valencia los cazadores se decantan por la caza menor al salto de perdiz, conejo y liebre; caza del conejo con podencos; caza del jabalí en espera; al tordo en puesto fijo y al jabalí en ganchos y batidas.