La Junta Directiva de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana ha acordado iniciar los trámites necesarios para solicitar y coordinar la colaboración de las Administraciones públicas para poder dar un fin social a la carne de caza, procedente de actuaciones de control de superpoblación de especies cinegéticas y algunas competiciones deportivas.
El objetivo, explica el presidente de la Federación, Vicente Seguí, es “que la carne de la caza de actuaciones de control de superpoblación de especies y de algunas competiciones deportivas que organizan diferentes clubes y la propia Federación, a través de sus tres delegaciones de Castellón, Valencia y Alicante, pueda donarse a entidades que trabajan con colectivos en situación de vulnerabilidad, pero antes debemos conocer la normativa a seguir para la donación a entidades”. Por este motivo desde la FCCV quieren ser “prudentes” para no crear expectativas que no se puedan cumplir en el tiempo deseado.
Para ello la FCCV, a través de su delegación en Castellón, mantendrá una reunión este mes de enero con responsables de las Consellerias de Agricultura y Medio Ambiente, y Sanidad Universal y Salud Pública para saber qué procedimiento debe seguirse ya que por el tipo de carne y el destino que se le quiere dar es necesario cumplir determinadas exigencias legales.
La primera reunión entre administración y la Federación de Caza servirá para conocer la normativa, valorar las posibilidades de establecer el protocolo de donación o el acuerdo con la administración, así como con diferentes entidades de toda la autonomía.
Con respecto a la donación entre particulares desde la Federación aseguran que “es algo que se hace habitualmente en la caza menor, con especies como el conejo o la perdiz, que se regalan a familiares, amigos y vecinos”. En el caso de caza mayor, como el jabalí, siempre es necesario que pase un control sanitario que descarte la presencia del parásito que causa la triquinosis.
La FCCV tiene unos 40.000 cazadores federados que pertenecen a medio millar de clubes de caza distribuidos por todo el territorio y a partir de febrero inicia su calendario de competiciones deportivas con un centenar de pruebas de distintas modalidades, que contemplan pruebas con y sin armas de fuego.