[:es]La Federación de Caza de la Comunidad Valenciana en colaboración con Fundación Artemisan y la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental, perteneciente a la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, ha presentado esta mañana el proyecto RUFA-Cristóbal Torres en El Corralejo (Ayora). Se trata de una iniciativa que pretende recuperar las poblaciones de perdiz roja y otras aves mediante la realización de estudios e investigación práctica sobre mejoras del hábitat y conservación de la biodiversidad. El acto ha contado con la participación de la concejala de Obras Públicas del Ayuntamiento de Ayora, Almudena Gozálvez; el director general de Prevención de Incendios Forestales, Diego Marín; Guillermo Casanova, en representación del Servicio de Caza y Pesca de la Conselleria de Medio Ambiente; el presidente de la Federación de Caza, Raúl Esteban; y el director general de Fundación Artemisan, Luis Fernando Villanueva; así como el Coordinador de investigación Carlos Sánchez y el investigador José Luis Guzmán.
El Coto de Ayora se suma al proyecto RUFA (Red de Cotos Unidos para el Fomento de la perdiz roja y otras aves esteparias en España), al que pertenecen otros siete cotos en España. En Valencia lleva por nombre RUFA-Cristóbal Torres en memoria del jefe de Servicio de Caza y Pesca de la Generalitat Valenciana, fallecido recientemente. Raúl Esteban, presidente de la Federación de Caza, ha destacado que “este proyecto va dedicado a la memoria de Cristóbal, a quien estamos muy agradecidos por haber apoyado la iniciativa desde el comienzo y habernos confiado su gestión. Es nuestro pequeño homenaje a una persona excepcional”.
Valencia se suma a la red de cotos demostrativos
La dirección general de Medi Natural ha habilitado para el proyecto RUFA-Cristóbal Torres un terreno dentro de la zona de caza controlada El Corralejo, entre los términos municipales de Ayora y Teresa de Cofrentes. “Este nuevo coto demostrativo servirá para realizar estudios e investigación a través de la ciencia aplicada sobre mejoras de hábitat, control de prendadores, suplementación de agua y comida o caza adaptativa”, ha explicado el director general de Fundación Artemisan, Luis Fernando Villanueva.
Esteban ha añadido que “la Federación de Caza quiere contribuir a la recuperación de la fauna menor y se ha marcado éste como uno de sus grandes objetivos a medio plazo”. Así, ha subrayado que formar parte del proyecto RUFA-Cristóbal Torres, que tendrá una duración de 4 años, hasta 2023, “entra dentro de nuestras líneas de trabajo para demostrar que los cazadores somos los primeros que nos preocupamos por la naturaleza y destinamos nuestros recursos a proyectos como RUFA”, ha explicado. “Se trata –ha añadido- de un laboratorio para exportar después al resto de acotados de la Comunidad Valenciana para que todos los cazadores sepan cómo actuar”.
Por su parte, el director de Fundación Artemisan, Luis Fernando Villanueva, ha destacado “la necesidad de llevar a cabo medidas e investigación para una gestión agraria y cinegética más sostenible a través, no sólo de financiación de proyectos, sino de ejecución de actuaciones que contribuyan a la conservación de la biodiversidad”. “Es importante –ha proseguido- que cazadores, gestores, agricultores y propietarios de cotos estén unidos pues en sus manos está el futuro de la perdiz roja y otras especies”.
Finalmente, la familia de Cristóbal Torres ha mostrado su “más sentido agradecimiento por este reconocimiento” y ha recordado que “trabajó arduamente durante décadas por y para la veterinaria”.
Qué es el proyecto RUFA
El proyecto RUFA es un proyecto de Innovación, fruto de la colaboración de la Fundación Artemisan y las Federaciones de Caza de España, a la que se suma la Comunidad Valenciana (todas ellas benefactoras de la Fundación). También colaboran con la Fundación pequeñas empresas, particulares y otras entidades y asociaciones que están comprometidas con la conservación de la perdiz roja y otras especies en regresión.
Desde los años 70 se estima que las poblaciones de perdiz roja silvestre en España han disminuido al menos en un 70%. La investigación apunta que la transformación del hábitat y las prácticas agrícolas han sido los factores clave en este declive.[:]