Miércoles, 15 de abril de 2015. La Federación de Caza de la Comunidad Valenciana defiende unificar la apertura de la media veda para la tórtola y la paloma torcaz el 16 de agosto frente a lo que proponía la administración en el borrador de la Orden General de Vedas, que regula las fechas de caza y número de ejemplares que se pueden abatir en la temporada 2015/2016.
La media veda es el período hábil para la caza que comienza en el mes de agosto y que afecta a la paloma torcaz, tórtola y codorniz, “aunque ésta última es poco habitual en nuestra autonomía”, explica Román Samper, ingeniero del Gabinete Técnico de la FCCV.
La negociación de las fechas de inicio del periodo de caza es siempre controvertida y de hecho acaparó un tercio del Consejo Valenciano de Caza, órgano consultivo celebrado a principios de mes. La decisión final sobre las aperturas y cierres de la temporada la tomará finalmente la administración y quedará reflejada en la Orden General de Vedas.
En el caso de la tórtola, la Federación buscó una fecha “razonable” entre la postura de la administración y la de otros colectivos, trasladando al Consejo la petición de unificar la caza de ambas especies cinegéticas, que un millar de cazadores y Clubes de la autonomía planteó a la Federación en la veintena de reuniones comarcales celebradas en los dos últimos meses
Con respecto al tordo, la FCCV solicitó retrasar el cierre de la temporada de caza, logrando que se fije en el 14 de febrero, una semana más tarde que el año anterior. También se acordó retrasar el final de la temporada de caza del ánade real al 14 de febrero en los acotados de acuáticas de la autonomía, quedando excluido el Parque Natural de la Albufera, que se rige por Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG). El PRUG fija el primer domingo de febrero como cierre de este periodo, plazo que ya fue alegado por parte de la FCCV en su día.
En el Consejo Valenciano de Caza la Federación argumentó su petición de retrasar el cierre de la temporada del ánade real, por la “elevada densidad de población de esta ave y los daños que causa a la agricultura, excepcionalidad que recoge la normativa”, indica el técnico de la FCCV. La superpoblación del ánade real se produce, explica Samper, “porque permanecen más tiempo en nuestro territorio y porque la caza de esta especie ha sido un 30% menor a lo marcado por la administración”. Los daños “se producen en los cultivos colindantes a sus cuarteles de invierno, y especialmente en el arrozal, donde provocan pérdidas cercanas a los 500.000 euros anuales, según datos de los sindicatos agrarios recogidos por la Federación en sus alegaciones. La medida, según la FCCV, no afecta al ciclo reproductivo de la especie porque “la mayoría de las eclosiones de huevos se producen a finales de junio y principios de julio”.