La Federación de Caza de la Comunidad Valenciana ha presentado y distribuido entre los aficionados a la modalidad de caza de acuáticas un Manual de Buenas Prácticas para la Caza en Humedales, elaborado durante varios meses por cazadores y técnicos, poniendo de relieve que el ejercicio de la caza debe tener contemplar “la protección, conservación, fomento y aprovechamiento ordenado de los recursos cinegéticos existentes de una forma compatible con el equilibrio natural”.
El equipo ha estado liderado por Salvador Salort, delegado comarcal de Acuáticas de la delegación de Valencia, que ha contado con la colaboración de Ramón Antoni Forner y la supervisión del Gabinete Técnico de la FCCV.
Estructurado en dos partes, la primera, aborda la legislación y normativa relativa a temporada de caza, horarios, documentación del cazador, munición a utilizar y recomendaciones básicas para la identificación correcta de las aves poniendo especial énfasis en el respeto a aves protegidas. La segunda parte facilita una guía para los clubes de cazadores que cuentan con aficionados a esta modalidad a fin de evitar accidentes o regular la disposición y titularidad de los “lluents” o puestos de caza, la circulación en el interior de los humedales, la presencia de perros, o la forma de entrada y salida de la zona de caza.
“La idea es orientar a los clubes de cazadores en el establecimiento de unas normas o pautas que faciliten el ejercicio de la caza”, ha dicho Salort.
La FCCV considera muy positiva esta iniciativa, que se suma al posicionamiento y la lucha de la propia Federación de Caza contra las malas prácticas que dañan injustamente a todo el colectivo de cazadores. Desde la delegación de Acuáticas de la FCCV, José Badía, explica que los cazadores “son los más interesados en acabar con esas acciones que se atribuyen de forma generalizada a todo el colectivo cuando desarrolla mucha actividad de conservación y protección”. En este sentido ha puesto como ejemplo el Club de Sueca que preside, “que contrata a dos guardas rurales durante la temporada de caza para evitar el furtivismo y tiene multitud de actividades para facilitar la cría de especies cinegéticas o no cinegéticas, en el Parque Natural de La Albufera como realizar plantaciones masivas de lirios en verano, o colocar rampas cuando baja el nivel de agua de los canales para que las crías puedan salir de los canales y no queden mortalmente atrapadas”.
Estos ahogamientos, junto con los atropellos y choques contra el cableado eléctrico y los molinos de viento, provocan una elevada mortandad de todo tipo de aves, protegidas y no protegidas. Por este motivo, la FCCV va a solicitar a la Conselleria de Medio Ambiente la información disponible sobre este tipo de accidentes y mortandad para definir acciones complementarias.