Ante la reciente modificación de la Consellería de Medio Ambiente de limitar los horarios de caza en determinados humedales del sur de la provincia de Alicante, desde la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana queremos manifestar nuestra profunda preocupación por las consecuencias que esta medida puede acarrear para la conservación del entorno y la viabilidad de la gestión cinegética en la zona.
El papel de los cazadores: clave para la conservación
Los cazadores de los cotos afectados realizan desde hace décadas una labor imprescindible de mantenimiento, limpieza y gestión activa del territorio. Gracias a su esfuerzo —sostenido con una inversión privada que asciende a miles de euros anuales— se ha conseguido mantener y mejorar la calidad del hábitat de numerosas especies, tanto cinegéticas como protegidas.
Sin la participación de los cazadores, el estado ambiental de estos humedales se vería seriamente comprometido. Las actuaciones que llevan a cabo incluyen control de vegetación invasora, limpieza de canales, mejora de la calidad del agua y mantenimiento de la infraestructura hídrica. Todas ellas son tareas que ni la Administración ni ningún otro colectivo asume con regularidad y eficacia.
Una medida con efectos contraproducentes
La restricción del horario de caza no solo pone en jaque una modalidad tradicional y altamente regulada, sino que también puede tener un efecto contrario al deseado: dificultar la presencia y el compromiso de los cazadores provocaría el abandono progresivo de estos espacios, con el consiguiente deterioro del ecosistema y del estado del hábitat. Es importante recordar que la caza no es únicamente una actividad recreativa: es una herramienta de gestión ambiental reconocida que contribuye al equilibrio de las poblaciones, la prevención de enfermedades, y la conservación activa de los espacios naturales.
Reclamamos diálogo y revisión técnica
Las charcas que conforman el Parque Natural del Hondo de Elche –Crevillente y las Salinas de Santa Pola fueron creadas por la mano del hombre para almacenar agua de riego, para el aprovechamiento cinegético y piscícola y extracción de sal.
Toda estas charcas en su inmensa mayoría son de propiedad privada. Su valor ambiental y paisajístico ha permitido generar una simbiosis entre la actividad humana y la preservación del medio ambiente.
Esta sentencia vuelve a enfrentar a la comunidad, como viene ocurriendo desde los años 90, intentando dividir a la sociedad por el choque entre la protección ambiental y las actividades tradicionales.
Desde la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana, en colaboración con los clubes afectados, estamos trabajando en un estudio técnico propio que demuestre con datos y rigor la selectividad y eficacia de la caza de aves acuáticas al atardecer.
Solicitamos a la Conselleria que abra una vía de diálogo y revisión conjunta basada en la evidencia científica y el conocimiento del terreno. Con una reflexión seria y profunda entre la conservación , la custodia del territorio y los saberes tradicionales.
La protección de especies amenazadas y la conservación de los humedales no puede ni debe hacerse en contra de quienes los han preservado hasta hoy, sino con ellos y gracias a ellos.