Los procesos para aportar comida a los animales dentro de un acotado serán diversos y variados, pero nosotros nos decidimos por una serie de pautas:
Primero hay que marcarse unas líneas de trabajo, para ver a qué tipo de animales vamos a favorecer, dónde, cómo y finalmente cuándo.
Conocedores del tipo de fauna existente en nuestro acotado, al cual vamos a destinar los esfuerzos en facilitar la comida en época de escasez, y centrarse en las aves (perdices) y pequeños roedores (conejos), sin olvidar que dicho alimento probablemente sea aprovechado por muchos otros.
Aprovechamos unos cubos de plástico, en este caso son de los utilizados para asfalto, ya que están completamente limpios y son en parte oscuros.
En la parte inferior de los mismos, haremos unas ranuras de unos 3- 4 centímetros de alto por 0,5 de ancho, lo justo para que pueda caer el trigo al ser tocado por el pico de las aves, o bien los conejos con sus pequeñas uñas (está comprobado que lo hacen).
Una vez hechas dichas ranuras, les daremos una mano de pintura oscura o verde, que siempre vendrá mejor, sobre todo si el cubo es de color claro. Buscaremos el lugar adecuado para su instalación, para lo cual aprovecharemos cualquier árbol, de cuyas ramas sean lo suficientemente gruesa para aguantar el peso y colgaremos el cubo, de forma que quede a unos 15-20 centímetros del suelo, lo suficiente para que lleguen a poder picotear las ranuras las perdices. Los conejos llegaran sin dificultad y las otras especies más grandes tampoco tendrán ningún problema.
Hay que tener en cuenta, que dichos comederos se deberán de instalar donde esté suficientemente comprobado que no disponen de la suficiente comida, de poco nos servirá instalarlo en medio de una gran extensión de cereal, por ello tendremos que saber los lugares donde realmente son necesarios, ahorraremos tiempo y dinero.
Podemos instalarlos temporalmente o definitivamente, bien como ayuda en épocas de nacimientos de las polladas de perdices, en zonas donde se realizan las repoblaciones o bien donde no puedan disponer del suficiente grano en épocas de escasez.
También se suelen poner otro tipo de comederos un poco más caros para la caza mayor y menor, estos van equipados con un pequeño motor a pilas y suelen esparcir el grano en unos 4-5 metros.
Dichos comederos se pueden regular para que funcionen hasta cuatro veces al día y una cantidad que puede ir desde los 400 gramos hasta el kilo y medio y un bidón como el expuesto en las fotos puede durar sobre un mes dependiendo de la cantidad. Las pilas suelen durar unos tres meses, por lo que son bastantes cómodos.
Los comederos también se pueden adquirir en cualquier establecimiento especializado, evidentemente siempre nos costaran más caros.