Los cazadores se han mostrado hoy, en el Consejo Valenciano de Caza, como los únicos actores que cumplen con el plan de gestión del jabalí propuesto por la Administración, mientras que Medio Ambiente ha reconocido que actualmente es incapaz de cumplir las medidas que de ellos dependen.
Lorena Martínez, presidenta de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana ha manifestado a la Consellera que el plan no servirá de nada si la Administración no cumple con las medidas que de la Dirección de Medio Natural dependen y que de nada sirve que los cazadores cacen más de 40.000 jabalíes al año si ellos no cumplen el resto de medidas, como la de fomentar la comercialización y consumo de carne de jabalí, creación de salas de inspección y posible despiece, que en la actualidad no hay ni una sola en toda la Comunidad Valenciana o a de ampliar la red de puntos de retirada de cadáveres y restos del medio natural (SANDACH) puesto que ahora mismo son los cazadores los que tienen que hacerse cargo del destino de las piezas abatidas y de sus costes.
En el propio documento describen la figura del cazador como un experto en el conocimiento del medio, prestador de servicios ambientales a la sociedad que no pueden ser sustituidos por otros mecanismos a gran escala por la administración, recolector de datos que avalan proyectos científicos sobre la situación de las especies cinegéticas, mantenedor del equilibrio de poblaciones de fauna silvestre y de la biodiversidad, de los ecosistemas, agente muy importante en el desarrollo rural y para combatir el reto demográfico y pieza fundamental en la vigilancia pasiva de numerosas enfermedades. Una descripción que, apunta la presidenta, “dista enormemente de la realidad que viven los cazadores valencianos, puesto que no hay ni una sola declaración pública por parte de Medio Ambiente en la que se reconozca el imprescindible papel que realiza el cazador para frenar un problema que nosotros no hemos generado”.
El Consejo de Caza de hoy, monopolizado por la problemática del jabalí, tal y como ha reconocido la Consellera en su última intervención en el mismo, no ha hecho más que, en palabras de la Presidenta de la Federación “aumentar la preocupación que tenemos los cazadores sobre este tema, ya que las decisiones que se están tomando desde Medio Ambiente no están solucionando, tal y como muestran los datos que la propia administración nos ha trasladado. Y son que, si en el año 2019 los accidentes de tráfico provocados por especies cinegéticas eran de 539, en el 2022 solo por jabalíes, los accidentes se han elevado a 933. Y en cuanto a los daños a la agricultura, si en el año 2018 se cuantificaban en 26 millones de euros, en el 2022 se eleva hasta los 40 millones, según datos aportados por parte de los sindicatos agrarios, todo esto, con el doble de capturas por parte de los cazadores que se están implicando de forma sobresaliente para ayudar a los agricultores y la sociedad en general en esta problemática. Además, con el esfuerzo económico que supone al cazador cumplir con las obligaciones impuestas en sus planes técnicos y la responsabilidad de correr con los gastos de los daños (tanto en cultivos, como en carreteras) producidos por esta especie que necesita de medidas que atiendan a las demandas del sector de la caza y la agricultura como se ha expuesto hoy en el consejo.